jueves, noviembre 19, 2015

Encuentros y desencuentros con... VETUSTA MORLA



Hay grupos de música que hacen que te sientas orgullosa de cantar en español. Uno de ellos es Vetusta Morla. Les quise desde el primer disco, después nos distanciamos, porque les fui infiel con grupos que cantaban en otros idiomas, y más tarde, mi profesión hizo que la música electrónica inundara mis despertares, mis duchas, mis horas de estudio, mi todo.

Después de años de cantar a voz en grito "Valiente", de saberme cada palabra de "Un día en el mundo", llegó "Mapas" y mi planeta giró hacía otros lares.

Hace dos veranos conocí a Jorge, uno de los integrantes de Vetusta Morla, y su manera de existir, el querer ser nómada para encontrarse, su tranquilidad al hablar, me conquistó. Hubo conexión desde la primera conversación en Zahara de los Atunes, porque aunque nos encanta estar rodeados de personas que nos hagan reír, socializar en espacios en los que nos encontramos cómodos, en el fondo los dos somos un poco lobo solitario. 


Recuerdo perfectamente como Chechu me lo presentó y me dijo: "Éste sí que es un músico de los buenos"... Yo no recordaba de qué me sonaba. Y allí estaba Aran para decirme que era componente de Vetusta Morla. Después, muchas risas, confesiones, brindis y planes para ir a sus conciertos. Y así fue. Esta vez no se quedó en promesas de una noche de copas, se cumplió, y ahora Jorge es uno de mis amigos favoritos. Así es la vida de bonita a veces. 

Y por eso la Deriva ha sido mi reencuentro con estos chicos, que son tan buenos porque les acompaña la estrella de los que trabajan duro y en equipo, con la amistad por bandera y el corazón en las letras. Componiendo para que los que los escuchamos no seamos meros espectadores.

Han formado parte de las etapas más importantes de mi vida. Me han regalado inspiración, bailes y consuelo en los malos momentos. Me han dado directos inolvidables como el del Palacio de los Deportes. Gracias a ellos he conocido a personas que ahora son parte de mi vida, y he vuelto a cantar a voz en grito en español con todas las ganas. Este fin de semana despediré esta maravillosa gira junto a ellos, en Madrid, nuestra ciudad.

Y cantaré Los Días Raros como si no hubiera un mañana.


Encontraré Lo que me hace grande para buscar el timón que nos saque de la Deriva y así, Salvarnos quienes podamos.

Combatiré al Hombre del saco para que no me quite Tu maldita dulzura.

Daré un Golpe maestro para que nos entre el Fuego en los Cuarteles de invierno y por fin sintamos el calor.

Y todo, con el fin de ser Valiente para Sobrevivir otro día en el mundo...


viernes, noviembre 13, 2015

CELEBRANDO MI NO ANIVERSARIO



Hoy es mi no aniversario... 
Un día 13 mi mundo empezó a girar de forma desenfrenada. Y lo hizo por que tú entraste en mi vida desencadenando un huracán de sentimientos. Y ahora lo puedo reconocer, porque hasta este momento he querido pensar que lo tenía controlado, pero si buceo en mi interior, tengo que reconocer que siguen clavados tus ojos de gata aquí dentro.

Que le vamos a hacer, a veces las historias más tontas marcan las huellas más profundas. 

Y ahora, me paso las noches en vela colocándote, y me arrepiento de no haber sido sincera conmigo misma, y quizá, contigo tampoco. Te quise para mí de la manera más egoísta. No acepté que habías cambiado, no supe darle a mi ego una cura de humildad y sólo buscaba culparte, cuando la realidad es que estas cosas pasan. La ilusión se mueve así, la tuya fue desapareciendo, y la mía creciendo en la misma proporción. Una ecuación que no se resuelve de manera matemática.

Hace cuatro treces te conocí en la isla bonita, y aunque te costó fijarte, lo hiciste con todas las ganas. Y eso es lo que más me gusta de las personas. Que sea corto, que sea largo, da igual, pero ¡qué sea intenso! La complicidad nos sorprendió y nos unió... tal vez magnificado por la música, la situación, la libertad de vernos con los ojos de un chiquillo que descubre el juguete perfecto. Por lo que sea, esa chispa creció al ritmo de Solomun. Y esa noche empezó todo...


Y después, semanas de montaña rusa, en las que he creído estar en el pico, y lo estaba, y, otras veces, sentía que estaba subiendo y lo que hacía era mantenerme en vilo, con el corazón a mil por hora, y el grito contenido. Nunca supe reconocer el momento de descender, pero la desilusión tiraba de mí hasta que al final caí, y lo hice tan deprisa que no me di ni cuenta. Intenté cambiar de acompañante mientras me precipitaba a toda velocidad, para poder agarrarle la mano y gritar tranquila, pero en las montañas rusas es muy peligroso cambiar a la persona que tienes al lado, o te caes tú, o se cae ella... 


Ahora, por fin abro los ojos y veo que me he quedado allí abajo, parada, como si el destino hubiera dado al freno de los motores que mueven esta montaña rusa en la que se ha convertido mi vida, y así, es imposible que el tren vuelva a subir a la siguiente cima...

O, tal vez, el viaje ya ha acabado y me tengo que bajar...

jueves, noviembre 12, 2015

La contradicción es Ella


Ese día comenzó para Ella de manera normal. Decidió salir a matar, pero sin hacer nada... Quizá su trabajado encanto hacía que no le hiciera falta demostrar su luz, pero es que, además, lo sabía, y no lo remediaba. Le funcionaba más revelar su oscuridad.
(Por un lado descubres tus instintos, por el otro ocultas que quieras hacerlo)

Ella tenía un ego tan grande que no soportaba el que no hubiera un "continuará". No permitía que esa historia se hubiera acabado entre los hilos de la impotencia. Que se hubiera perdido entre voces de aquellas que no la conocían ni la respetaban... 

Sólo había una cosa de la que era totalmente consciente, y es que ya estaba inmersa en una nueva etapa de autodestrucción, de esas que tanto le hacen crecer y que tanto perjudican su salud.
(Y cuando pasa eso es mejor poner un punto y final a las sonrisas)

Por eso cuando quiso que sus platos y sus postres solo fueran una manera de alimentarse, no se preocupó de si era dulce o salado. Y por eso quiso hacerlo a su manera, con lo que pudiera dar a aquellas personas que la sonríen, pero que no obtienen el reflejo en su mirada. Un devenir de tonterías. Un drama que quiso que fuera un drama, para que la sal de la vida no pasara inadvertida. Para hincharse de su mundo paralelo, en el que nada sale mal.

(Todo sale del revés cuando es lo que quieres que pase)

Pero Ella ya sabe que la sonrisa más importante es la suya. Y la de su familia y sus AMIGOS -con mayúsculas, no los minúsculos- Los que de verdad importan.

(Pasan los años y el amor pasa a un segundo plano, que cosa más curiosa)

Querer primero a su familia, y después a sus amigos, eso es lo que hacía que Ella tuviera esa estabilidad incontrolable, ese aplomo controlado. En ocasiones era bueno, en otras formaba parte de un vodevil. 

Porque Ella sabía que la seguridad estaba en sus canas, y la verdad, en su libertad.
(La libertad es como un hada madrina que te rescata cuando te escoge)

Ahora, las alas del Fénix nacen sin dolor en su espalda, porque Ella ya tiene la cicatriz insensibilizada.

Y se alza a la altura suficiente como para observar a las personas que la perjudican como pequeñas hormigas que serían fácilmente pisoteadas, aunque la violencia no es algo que la caracterice.
(Sabe ser un ocaso, y sabe ser un amanecer)

Ella cree en una vida alternativa, sin necesidad de necesidades, sin sentimiento de querer sentir. Sin nada que la lastre.

(Una creencia que no siempre da la felicidad, pero da la fuerza para intentar alcanzarla)



lunes, noviembre 09, 2015

UN FINAL DE PELÍCULA


En esa secuencia perfecta tú apareces por sorpresa, me abrazas y me dices: "Vamos a empezar de 13" 


(que de cero ya está muy visto...)

jueves, noviembre 05, 2015

Y SE HIZO LA DURITA


Esta vez se dijo que no habría engaños, pero caminó pensativa sobre charcos, esquivándolos y saltando como un perro que no quiere mojarse las patitas... Y pensó que eso era otra manera de ser cobarde, igual que hacerse la durita.

En el momento en el que guardó por quinta vez el móvil, sin hacer absolutamente nada más que mirarlo en babia, supo que el final estaba tan cerca como el principio. Todo era un devenir de pensamientos. Una dilatación de pupilas. Un atraco a la caja de cervezas. Un tequila sin limón ni sal.

Todo había cambiado, y ella sabía que si el viento no le soplaba a favor, se bloquearía. Y se volvió instinto. Y se enfrentó a sus principios, dejándose llevar por la parte más oscura de su ser.

Y cuando más eufórica se sentía, arropada por su ego y su blindaje anti pavas, pensó que podría maquillarse de blanco la cara y caminar a pasos cortos como las geishas. Y así seducir por donde pasara, sin implicarse, dejando un halo de misterio, una estela de caricias. Besando las bocas que la desearan, abandonándose al placer más básico, envuelta en un kimono de mentira.