Después de mucho tiempo sin escribir, solo puedo decir que es causa de una pequeña separación hacia todo lo que podía hacer aflorar aún más el mal momento que estaba pasando. Ha sido uno de los peores diciembres que he pasado, pero lo malo es que hay veces que lo que va mal, de repente empeora y lo que iba bien, empieza a ir mal... Con lo cual, la resaca de diciembre me está dejando un enero no muy prometedor. Con la fé que había puesto yo en el 2007, y empieza así! Si es que no se puede tener fé.
Puede que no sea más que el músculo más activo de nuestro cuerpo, el cerebro, reconociendo todo este caos de sensaciones que me apaga la sonrisa. No lo se, pero es uno de esos momentos en los que viene todo tan mal que lo único que me gustaría es ser un autómata que hace lo imprescindible para seguir viviendo. Dormir, despertarme, trabajar, si es que hay que hacerlo, comer las veces necesarias y volver a dormir. Y si hay que hacer algo más, que sea sin pensar, autómata, sin sentimientos ni sensaciones. No es que me guste vivir así, es que en estos momentos no me disgustaria. Un kit kat de preocupaciones. SIn tener que relacionarme cuando no quiero, ni hablar, ni escuchar, ni reir si no me apetece.
Como los personajes de Aldous Huxley en Un Mundo Feliz. Como dijo Miranda en La Tempestad de William Shakespeare "¡Oh mundo feliz,
en el que vive gente así!". De ahí viene el título, la humanidad en la historia que cuenta esta novela es desenfadada, saludable y avanzada tecnológicamente. No hay guerras, ni pobreza. Todo el mundo es feliz, porque, desde su misma concepción, los embriones han sido condicionados y, desde que nacen, a los pequeños se les realiza hipnopedia mientras duermen para convencerles de las ventajas de pertenecer a ese mundo y a sus castas; porque todas sus necesidades están satisfechas y porque en caso de sentirse mal tienen a su disposición el soma, una droga que es entregada por el Estado.
Aunque este estado sea utopico, seguro que muchos nos cambiaríamos por esa felicidad irónica en algunos momentos, sólo que finalmente, como en esta historia hace Bernard Marx, me saldría de este mundo feliz hacia un mundo más infeliz pero con más criterio. Cuando se quieren ciertas cosas se sacrifican otras, y por eso hay que decidir y elegir. Pero no siempre es sencillo, de hecho, casi siempre es bastante difícil.
En fin, que os recomiendo el libro. Hay que tener en cuenta que fue una de las primeras historias futuristas que trató este tema, se escribio en 1932. Mucho antes que Matrix, Nivel 13 o Gattaca.
He vuelto, no con fuerzas renovadas, pero he vuelto que no es poco.
4 comentarios:
muy bonito el texto, espero que no estes triste :(
niña...el 2007 tiene que ser bueno...lo presiento..(pero me encanta como escribes).un beso enorme
además, me has picado la curiosidad. me leí el libro pero creo que voy a desempolvarlo...y si quieres te recomiendo "children of the dust" (no se cómo se llama en español)...no es exactamente igual, pero tiene un toque apocaliptico interesante.bs
a veces yo también he deseado ser automata para no sufrir pero..y la de cosas que nos perderíamos que? por ejemplo ese brillo ta bonito que tiene tu sonrisa y esa mirada limpia, sin juicio, anita!! dicen que todo lo malo viene siempre junto asique ya sólo pueden venirte cosas increibles. hay que creerlo así y sobre todo, la gente buena SIEMPRE tiene su recompensa. un besito muy fuerte (lo prometido es deuda ;-D )
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