Descubro mi visibilidad. Y la tuya.
No somos sombras, nos encontramos frente a frente, reales, imperfectas.
Y así, de esta manera, siento que podemos con todo.
Ya no me da miedo que te de miedo. Si te distancias, yo me acerco. Si te quieres ir, yo me voy contigo. Estoy orbitando alrededor de ti, en un movimiento elíptico imposible de desviar.
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