Voy a hacer una metáfora un poco macabra y que seguramente no gustará a muchos, pero es bastante acertada para lo que quiero contar.
Casi siempre las personas que llegan a una durante su vida lo hacen igual que la espada de un torero cuando va a rematar la faena. Pinchan en hueso, no terminan de entrar... Pero a veces hay una, bien dirigida, que da con el lugar adecuado. Como un bisturí en manos de un veterano doctor.
Es tan difícil lograr que esa estocada sea perfecta que lo normal es marrar y muchas veces hasta se desiste en los intentos. Al final es otro el que mete la puntilla tras la desesperación del que persigue la estocada perfecta. En mi corazón pasa lo mismo, está cubierto de una coraza dura como el hueso del lomo del toro, que tiene pocos puntos flacos, y es muy complicado tocarlos, pero si los tocas, toda mi bravura se viene abajo. Así, has sido tú el diestro que ha acosado mi temperamento hasta dejarme extasiada... Tú, que llegaste sin avisar, tranquila, controlada, inofensiva... Has esquivado mis cornadas, toreando con elegancia y gallardía, hasta llegar demasiado cerca, hasta llegar donde no tenías que llegar. Y ahora derramo sangre por los cuatro costados, y me enorgullezco de lo roja y pura que es, porque es mi ser el que permite que este momento llegue.
Y así me desimanto positivamente, porque te saco de dentro para dejarte en la posición que estabas antes de esta debacle de locura y porque mientras subías escalones siempre pensaba que no llegarías a ningún lado. Por eso te dejaba con una media sonrisa que ascendieras mi escalera. Pero debes ir muy rápido. O tal vez sea yo la que no he sabido desplegar la escalera lo suficientemente alta...
Y así me desimanto positivamente, porque te saco de dentro para dejarte en la posición que estabas antes de esta debacle de locura y porque mientras subías escalones siempre pensaba que no llegarías a ningún lado. Por eso te dejaba con una media sonrisa que ascendieras mi escalera. Pero debes ir muy rápido. O tal vez sea yo la que no he sabido desplegar la escalera lo suficientemente alta...
Por eso te saco de mi por el lado positivo, porque por el negativo introduzco mi rabia por el poco autocontrol que he tenido... Porque por el negativo me duele la fuerza que tengo que hacer para seguir borrándote y separándote de mi.
Fantasmas que vuelven a ulular a mi alrededor...
6 comentarios:
Una vez más... me encanta como escribes...un besazo
Bien! Sangrando te desinfectas
:( me identifico tanto con lo q escribes q llegas a provocar la desesperación en mi a la vez q me vuelvo adicta a tus escritos... solo quisiera aprender de tí el coraje para derramar tu sangre tan elegantemente, yo sin embargo derramo lágrimas sin parar y me doy cuenta de que el alcohol me hace olvidar tan solo a ratos y las drogas solo logran que mi soledad sea más grande aún a pesar del público que me rodea.
Esa capacidad de recuperación ante las heridas que te hacen sin compasión alguna en la vida debe ser algo innato que yo envidio por no poseer, y a pesar de tener fama de mujer fuerte y emprendedora, en estos momentos... solo quiero un abrazo mientras lloro.
Suerte baby...
Te mando ese abrazo virtual, aunque no creo que sea el que necesitas, espero que calme parte de la angustia que a veces ataca por sorpresa... Ójala fueras tan clara hablando como lo eres escribiendo, estoy segura que entonces estarías llorando en mi hombro y no leyendo mi blog
Lo soy, creeme...tu blog ha sido una casualidad en mi vida que apareció hace unos días...tu hombro aún no lo conozco...de momento me consuelo leyendo tus palabras y descubriéndote, que no es poco!!!
Abrazos baby...
Así que no me conoces? Pensé que si por lo de Baby... Confusión, lo siento. Aún así, muchas gracias por leerme y te sigo mandando abrazos virtuales. Muak
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