sábado, febrero 27, 2010

EL HUNDIMIENTO




Instantes de felicidad superficial y tristeza oculta. Segundos de lágrimas ocultas en carcajadas. Sueño con cambiar, pero no doy el paso... Perdida, esa es la palabra que define mi momento. Como si nadara sin meta, hacia una tierra prometida que no existe, y cojo aire, pero aún así me sigo ahogando, porque el aire que me da fuerza para seguir nadando no es puro, esta viciado. Así que sigo moviendo mis brazos y pies en el agua, a ritmo inconstante, perdiendo el tiempo, sin rumbo, sin sentido.

Sé que esta persona que muestro en estos días de hundimiento no soy yo, pero me siento cómoda en mi caparazón, porque sin él soy frágil, y no puedo permitírmelo, porque ya que estoy perdida, pues vamos a coger la opción de no mostrarlo, no vaya a ser que me haga vulnerable... Así que finalmente lo que decido hacer es mostrar entereza...
Es una situación rara, como si supiera que esto daña mi camino vital, y a la vez con la certeza de que es necesario para rectificarme. Necesito vacío, soledad entre la multitud, reírme de mi misma, odiar mis formas, ignorar mis miedos, burlar mis sentimientos, mirarme en el espejo y sentirme extraña, y con todo esto encontrar el rumbo hacia tierra firme.
Atrás dejo un año en el que he recibido cosas tan bonitas y que he marchitado con mis actos, sinrazones razonadas con las que me he metido en bucle de soberbia del que me cuesta salir... Vanidades falsas escondiendo mis fantasmas, porque son míos, y porque si me acompañan pero no los veo me dan menos miedo.
Y, como siempre, bajaré en mi montaña rusa particular hasta lugares censurados y que me hacen temblar, para coger impulso y subir, resurgir, escalar... vivir.

Solo espero que este hundimiento no sea mas auto-destructivo de lo necesario, porque con los años mi auto-critica esta cada vez mas debilitada y le doy la espalda para no tener que darme explicaciones...

Nunca se me ha dado bien dar explicaciones.

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