Encuentro en el laberinto de mi memoria un recuerdo extraño que se presenta como una aparición mariana. Una revelación inusual, desde lo más absurdo de la fe.
En una terraza, con Jay Jay Johanson de fondo, escribo en el ordenador y una imagen aparece en la pantalla y me hace sonreír. La transparencia de tu cuerpo girando en la hamaca en donde tomas el sol reflejado sobre las letras que estoy escribiendo en un fondo blanco y espejo. Giro la cabeza, tu te das la vuelta ajena a todo y sigues dejándote acariciar por el astro ardiente.
...Y en un descuido tus ojos se cierran y se escapan al mundo de los sueños, entonces me acerco para, atrevida, tumbarme sobre ti con olor a tabaco y cerveza y despertar tu voz. Recorro con mis dedos el dibujo de tu piel, y observo desde cerca-lejos tu oculto e interesante mundo interior, cuando tu mirada se pierde en la nada, ¿quién sabe a que velocidad viajaran tus pensamientos esta vez?