Resulta que ahora que veo como se borran tus huellas, ahora que sobre la arena hay dos pisadas en lugar de cuatro, me ha dado por mirar atrás. He viajado en el tiempo y me he visto poniendo una canción que hizo que se encontraran nuestros ojos, un primer beso embriagado, sin pudores, sorprendente. Una noche en una cafetería de las Vistillas charlando mientras nuestras manos se encontraban... Un principio de algo que ha marcado el 2010 y deja estela de nada en 2011.
Resulta que ahora que me desengaño de bruces contra mis miedos recuerdo como encogiste mi alma dándome brillo, liberándome de la oscura esfera en la que me encontraba atrapada. Recuerdo tus abrazos espontáneos, tu risa y tus miradas complices.
Has sido como un falso predicador que prometía la salvación de mi alma. Levantaste tus brazos y yo corrí hasta ellos para protegerme de un lugar que no me gustaba, pero ninguna de tus promesas ha resultado ser lo que decían. Un quiero y no puedo bañado de pasión controlada y abandono prematuro. Y así, sin el aliento de la esperanza y con la decisión del que ya da todo por perdido, emprendo el camino de la soledad adquirida, de mi yo más visceral y sincero. Recurro al poder del Ave Fénix e invoco al alivio del tiempo.
Pienso que no marcaste mi vida porque sin ti las cosas no cambian, aunque sienta como si me estuvieran arrancando las ilusiones del inocente, como si volver a empezar fuera un cuento que ya no me toca vivir.
Ana versión 2.0 sale de una habitación, cierra una puerta y ve como se abre otra. Aún la mira de reojo, pero en el descansillo se que no se quedará mucho tiempo. Si se mantiene entornada cuando descanse de su tristeza, entrará y dará un portazo a la sensación de falta de cariño que nunca termina de irse desde que una niña, con gafas, alta y delgada quiso romper a llorar y no pudo.