Exteriormente:
Coleccionista de besos, de belleza, de cuerpos, de sensaciones, de sonrisas.
Internamente:
Coleccionista de rencor, de rabia que se agarra al estómago como una tenaza, de sueños incumplidos, de deseos no pedidos, de inseguridades que me dejan sin aliento.
Finalmente:
Coleccionista de nada…